Estamos en el inicio de una nueva campaña forrajera y es de mucha importancia el cuidado de la calidad obtenida en los procesos de conservación de forrajes en forma de heno, ya que no radica solamente en que se podrán obtener altos potenciales de rendimiento con el alimento suministrado, si no que se reducirán considerablemente los costos del kilo de materia seca digestible (MSD), utilizado para la producción de carne y leche.
Al henificar la alfalfa con abundante hoja, se transforma en un insumo de alto valor proteico de alta digestibilidad, disminuyendo las cantidades de suplementos proteicos y energéticos a aportar con otros insumos más costosos
Para ello, se deben considerar algunos factores fundamentales, desde la elección de la semilla (calidad y genética), el lote a implantar, densidad de plantas, control de malezas, plagas y enfermedades, como así también los cuidados en la elaboración y conservación del heno.